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La inutilidad de intentar controlar la incertidumbre

Una de las creencias irracionales desarrollada por Albert Ellis y que tienen muchas personas es pensar que si existe alguna posibilidad de que ocurra algo que temen, tienen que permanecer todo el tiempo preocupados por ese peligro real o en potencia. Este pensamiento es muy disfuncional porque nos provoca mucha ansiedad, la cual nos impide, por una parte, afrontar con eficacia dicho peligro si realmente sucede y por otra, puede contribuir a su aparición..

Algunos sucesos muy temidos, como una enfermedad seria y la muerte, son inevitables, y nada, ni incluso la preocupación por ello, evitará que ocurra. Por lo tanto, el preocuparse por hechos inevitables no determina que las posibilidades de que algo ocurra disminuyan.

No se nos educa para tolerar la incertidumbre y ante un futuro incierto creemos que "necesitamos" y "debemos" tener el control de todo y por todos. ¿Qué es lo que estamos pensando que nos genera tanta ansiedad? Creer que será horrible y espantoso que si ocurre eso que tanto tememos no seremos capaces de hacerle frente de forma conveniente. Pero la verdad es que esta forma de pensar no nos ayuda en nada a rebajar la ansiedad; al contrario, muchas veces todavía la sentimos con más intensidad porque pretender tener el control de todo no es una idea realista, ni lógica ni práctica, por lo que este objetivo nunca se alcanza.

¿Qué nos podemos decir que nos ayude a cambiar esta exigencia y por lo tanto, a rebajar también nuestra ansiedad? Está bien preocuparnos, inquietarnos, pero no angustiarnos por la incertidumbre que nos depara el futuro, es importante ver las amenazas de una manera más realista y no magnificarlas tanto. Por lo tanto, es mucho más funcional  y práctico pensar que si bien es lógico preocuparse cuando algo anda mal, no es necesario angustiarse, ya que no nos es de ninguna ayuda. El miedo no es útil, salvo en peligros reales.

El cambio de pensamiento no es mágico ni fácil, hay que practicar mucho y creer que, efectivamente, es posible. Como decía Nelson Mandela: "siempre parece imposible hasta que se hace".

Cuento "El río helado" (Herb Smith):

"Un viajero muy cansado llegó a la orilla de un río. No había un puente por el cual se pudiera cruzar. Era invierno y la superficie del río se hallaba congelada. Oscurecía y deseaba llegar pronto al pueblo que se encontraba a poca distancia del río, mientras hubiera suficiente luz para distinguir el camino. Llegó a preguntarse si el hielo sería lo suficientemente fuerte para soportar su peso. Como viajaba solo y no había nadie más en los alrededores, una fractura y caída en el río helado significaría la muerte; pero pasar la noche en ese hostil paraje representaba también el peligro de morir por hipotermia. Por fin, después de muchos titubeos y miedos, se arrodilló y comenzó, muy cauteloso, a arrastrase por encima del hielo. Pensaba que, al distribuir el peso de su cuerpo sobre una mayor superficie, sería menos probable que el hielo se quebrara bajo su peso. Después de haber recorrido la mitad del trayecto en esta forma lenta y dolorosa, de pronto escuchó el sonido de una canción detrás de sí. De la noche salió un carruaje tirado por cuatro caballos, lleno de carbón y conducido por un hombre que cantaba con alegría mientras iba en su despreocupado camino. Allí se encontraba nuestro cauteloso viajero. Arrastrándose con manos y pies, mientras, a su lado, como un viento invernal, pasó el conductor con su carruaje, caballos y pesada carga... ¡por el mismo río!" " (cuentosqueyocuento.blogspot.com.es)

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